Piden prisión preventiva para dos acusados de haber asesinado al enfermero Talarita
Un fiscal pidió hoy la prisión preventiva para dos jóvenes acusados de haber asesinado a un enfermero en marzo de este año, en una vivienda de la localidad bonaerense de Junín, informaron fuentes judiciales.
El fiscal Javier Alberto Ochoaizpuro solicitó que Maximiliano Burgio (27) y Matías Spinosa (24) continuen detenidos como coautores del "homicidio agravado criminis causa" de Luis Talarita (48).
La jueza Marisa Muñoz Saggese, a cargo del Juzgado de Garantías 2, tiene un plazo máximo de cinco días corridos para definir la situación procesal de los imputados, quienes están alojados en la Unidad Penal 49 de Junín.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el plomero Burgio siempre estuvo imputado por el mismo delito que en la actualidad, pero el remisero Spinosa había sido detenido, en un primer momento, por "encubrimiento agravado".
Sin embargo, los investigadores que secuestraron servilletas con manchas de sangre, luego comprobaron a través de las pericias de ADN que pertenecían a los dos acusados, por lo que el fiscal decidió imputarlos por el mismo delito.
Según las fuentes, el móvil del crimen fue un robo ya que los pesquisas constataron que los agresores robaron algunos electrodomésticos y dos teléfonos celulares, por lo que sospecharon que fue para que no se descubran las últimas llamadas realizadas.
Es por eso que el fiscal Ochoaizpuro cree que los detenidos mataron a Talarita para "procupar la impunidad" (criminis causa), tal cual establece el artículo 80 del código penal que impone la pena de prisión perpetua.
Ante esa situación, los investigadores siguieron la pista de que el o los homicidas eran conocidos de la víctima.
El crimen del enfermero Talarita ocurrió entre la noche del domingo 18 y la madrugada del 19 de marzo, en una vivienda ubicada en la calle Paraguay 429.
En esa ocasión, un vecino llamó al número de emergencia 911 debido a que habían pasado varias horas desde que había visto por última vez a la víctima.
Efectivos de la comisaría 1ra. de Junín ingresaron a la casa y encontraron el cuerpo del hombre con varios cortes en el cuello, tendido en el suelo de una de las habitaciones.
Según fuentes policiales, las puertas y ventanas de la casa no estaban violentadas y un perro rottweiller que pertenecía a Talarita estaba tranquilo.
Los voceros agregaron que la autopsia dio como resultado que la víctima murió como consecuencia de un severo traumatismo cráneo encefálico y que también fue atacado con un arma blanca debido a que tenía distintas lesiones cortantes en zona anterior de cuello, tórax y lateral de hemitorax izquierdo.
El fiscal Javier Alberto Ochoaizpuro solicitó que Maximiliano Burgio (27) y Matías Spinosa (24) continuen detenidos como coautores del "homicidio agravado criminis causa" de Luis Talarita (48).
La jueza Marisa Muñoz Saggese, a cargo del Juzgado de Garantías 2, tiene un plazo máximo de cinco días corridos para definir la situación procesal de los imputados, quienes están alojados en la Unidad Penal 49 de Junín.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el plomero Burgio siempre estuvo imputado por el mismo delito que en la actualidad, pero el remisero Spinosa había sido detenido, en un primer momento, por "encubrimiento agravado".
Sin embargo, los investigadores que secuestraron servilletas con manchas de sangre, luego comprobaron a través de las pericias de ADN que pertenecían a los dos acusados, por lo que el fiscal decidió imputarlos por el mismo delito.
Según las fuentes, el móvil del crimen fue un robo ya que los pesquisas constataron que los agresores robaron algunos electrodomésticos y dos teléfonos celulares, por lo que sospecharon que fue para que no se descubran las últimas llamadas realizadas.
Es por eso que el fiscal Ochoaizpuro cree que los detenidos mataron a Talarita para "procupar la impunidad" (criminis causa), tal cual establece el artículo 80 del código penal que impone la pena de prisión perpetua.
Ante esa situación, los investigadores siguieron la pista de que el o los homicidas eran conocidos de la víctima.
El crimen del enfermero Talarita ocurrió entre la noche del domingo 18 y la madrugada del 19 de marzo, en una vivienda ubicada en la calle Paraguay 429.
En esa ocasión, un vecino llamó al número de emergencia 911 debido a que habían pasado varias horas desde que había visto por última vez a la víctima.
Efectivos de la comisaría 1ra. de Junín ingresaron a la casa y encontraron el cuerpo del hombre con varios cortes en el cuello, tendido en el suelo de una de las habitaciones.
Según fuentes policiales, las puertas y ventanas de la casa no estaban violentadas y un perro rottweiller que pertenecía a Talarita estaba tranquilo.
Los voceros agregaron que la autopsia dio como resultado que la víctima murió como consecuencia de un severo traumatismo cráneo encefálico y que también fue atacado con un arma blanca debido a que tenía distintas lesiones cortantes en zona anterior de cuello, tórax y lateral de hemitorax izquierdo.
