Sarmiento fue, buscó, pero no encontró


Independiente Rivadavia hizo su negocio, sobre todo después de la expulsión de Franco Quiroga. Su arquero Josué Ayala fue la figura.


Cerca del gol. Héctor Cuevas metió un cabezazo en el travesaño. /

Le faltó el último toque. Sólo eso. La definición precisa. El grito de gol. Sarmiento, en Junín, se quedó ayer con uno de esos empates que molestan, que parecen no sumar en la tabla de posiciones. Tuvo todo para ganar. Todo para compartir la punta con Olimpo de Bahía Blanca. Pero, por carencias en ataque y por virtudes del rival, no logró vencer la barrera defensiva de Independiente Rivadavia de Mendoza.
Los dirigidos por Sergio Lippi dominaron el juego de principio a fin. La diferencia más clara se notó en la primera etapa, cuando Héctor Cuevas contó con dos situaciones importantes para abrir el marcador: un cabezazo, tras centro de Ezequiel Cerutti, que terminó con el balón impactando en el travesaño, y un mano a mano con Josué Ayala (la figura del partido), que ganó el arquero.
¿Independiente? Muy flojo. Muy pobre. No supo justificar su posición en el torneo (está cuarto, a tres unidades del líder). Apostó a la contra, y casi no contó con situaciones para cambiar el resultado (apenas un disparo, débil, de Víctor Píriz Alvez, que fue controlado por Lucas Ischuk). Encima, a los 11 minutos del segundo tiempo, la expulsión de Franco Quiroga complicó cualquier tipo de planificación, y el conjunto mendocino continuó retrasándose en el campo. A partir de ese momento, la actuación del arquero visitante fue creciendo.
Sarmiento, hasta el final, insistió con su arma más peligrosa: la velocidad de Cerutti. Pero el 0 a 0 no se modificaría. El empate, está claro, conformó a un equipo.
(Fuente: Diario Clarín)

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