Opinión: No tienen vergüenza
Por Luis A. Gramuglia
La Agrupación Scalabrini Ortiz que forma parte de Kolina señala su sorpresa por la declaración del Comité Hipólito Yrigoyen de la UCR local en respuesta a una nota de opinión del Secretariado Ejecutivo de la Unidad Básica Néstor Kirchner que reseña aspectos negativos de la gestión del intendente Mario Meoni.
Dice el centenario partido que "desde el 2003 a la fecha se hicieron 160 nuevas cuadras de pavimento, más de 200 cuadras de repavimentación, 700 cuadras de cordón cuneta, 520 cuadras de base estabilizada, 540 cuadras de agua potable, 430 cuadras de cloacas, miles de nuevas luminarias en calles otrora oscuras, sesenta nuevos semáforos, cámaras de seguridad, más de 45 plazas nuevas o remodeladas, y así podríamos seguir enumerando en cantidad las acciones que el gobierno local realizó en beneficio social".
Veamos: en el período de 9 años en que comenzó la etapa del meonismo, se hicieron --de acuerdo con esos datos-- 17,7 cuadras de nuevas cuadras de pavimento; 22,22 cuadras fueron repavimentadas; 77,77 cuadras de cordón cuneta; 57,77 cuadras de base estabilizada; 60 cuadras de agua potable; 47,77 cuadras de cloacas por año.
Menciona, entre otros logros, que "miles de familias con escasos recursos, gracias a esta administración municipal, pudieron acceder a un terreno propio y a su vivienda", que el parque industrial "ha quedado chico por la gran demanda" de empresas para radicarse allí, que construyó un autódromo, que "invirtió fuerte" en el parque natural Laguna de Gómez (cuyo camping ahora será privatizado, dato que omite señalar).
Pero como suele ocurrir con bastante frecuencia de parte de aquellos que, ante dificultades para gestionar se suelen victimizar, la emprenden contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández con argumentos parecidos a los de los grandes grupos mediáticos.
Habla el Comité de "una inflación descontrolada", de "un desempleo en continuo crecimiento", de fronteras "absolutamente desguarnecidas (...) filtradas por el narcotráfico", de pérdida de la "cultura del trabajo en vastos sectores sociales", de destrucción de la "escuela pública", de que el Poder Ejecutivo "se quiere llevar puesto al poder judicial para garantizar impunidad", de que "te exigen esfuerzo y más esfuerzo contributivo", en donde "un grupo de dirigentes mágicamente se hicieron millonarios de la noche a la mañana siempre a costa del Estado".
Le pide a la presidenta "que se deje de pelear con Clarín y que se dedique a gobernar, que se haga cargo de la inflación, de la corrupción, de la inseguridad, de la pobreza, de la decadente educación pública, de los niños que se siguen muriendo de hambre en las provincias argentinas, del narcotráfico".
También le reclama que "deje de anunciarla y haga de una buena vez la autovía en la Ruta 7, para que deje de matarse nuestra gente".
Por último, afirma que el radicalismo juninense "está hoy más que nunca junto a Mario Meoni. Por un modo de hacer política y por el bien de todos".
Firman el documento Patricio Fay, Mirta Guevara, Alejandro Braga, Silvina Oliva, Luciano Polo, Silvio Scasso, Carolina Echeverría, Juan Macchiavello, Ricardo Da Pieve, Cristina Cavallo, Fernando Montenegro, Lorenzo Vicario, Marisa Chila, Julio Rodríguez, Jorge Mendoza, Jesica de los Santos, Daniela Villa, Federico Cruzado.
La verdad que los radicales de este tiempo padecen de una amnesia alarmante. Hablan de temas que no deberían siquiera mentar. Acaso olvidan la hiperinflación devastadora, además de los planes Austral y Primavera que se tradujeron en ajustes impiadosos? No recuerdan el proyecto de ley del ex ministro Mucci destinado a quebrar al movimiento obrero organizado?
Viniendo un poco más acá en el tiempo, olvidan la gestión que compartieron en el gobierno de la Alianza? Más planes de ajuste, déficit cero, megacanje, blindaje, corralito,todas estrategias fallidas muchas de ellas urdidas por su ministro estrella, Domingo Cavallo el mismo que gestó el desguace del Estado durante la década menemista con el consiguiente aumento de la pobreza, la indigencia y la desocupación laboral.
Hablan de "corrupción" quienes pagaron para hacer aprobar una ley de flexibilización reclamada por el FMI causa que está en la justicia.
No recuerdan cuando decidieron reducir salarios y haberes jubilatorios mientras el país se encaminaba a una crisis terminal que estalló a fines de 2001 con miles de personas sin trabajo, que saqueaba supermercados para poder comer y que terminó con una violenta represión que dejó más de 35 muertos y de la cual nunca se enteró el ex presidente Fernando de la Rúa?
Así que el gobierno se quiere "llevar puesto" a la justicia para garantizar "impunidad". De quiénes? Si esto fuera cierto, no se hubiera extendido durante tres años una cautelar que favoreció al Grupo Clarín para no adecuarse a la ley de medios, ley que cuando fue el debate en el Congreso el radicalismo se retiró. Raro que la UCR hable de este tema y nada diga de sus reuniones con un procesado como el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. Parece que éste no le provoca escozor alguno.
Hubiera sido interesante que el Comité respaldara la necesidad de que esa corporación respete la ley. No se trata de una pelea con Clarín. Se trata de que la democracia no puede tolerar un alzamiento en contra de una ley votada por el Congreso.
Y yendo un poco más atrás, los peronistas no nos olvidamos que el ex presidente Arturo Illia asumió el cargo con la proscripción de ese movimiento, como también recordamos que la UCR formó parte de la "unión democrática" en contra del gral. Perón y formó parte de la Convención Constituyente que derogó la Constitución del `49 en plena dictadura de la revolución fusiladora, entre otras evocaciones poco gratas.
Y en el colmo de la desvergüenza le piden a Cristina que gobierne. Si no lo hiciera, el país estaría a la deriva. Por el contrario, este gobierno hace lo que no hicieron los radicales que es gobernar, con mayúscula.
La presidenta asume las responsabiliades emergentes del cargo para el que fue electa con el 55% de los votos. No no se victimiza; se hace cargo de los problemas, muchos de ellos derivados de administraciones incompetentes. No se oculta detrás de ninguna excusa.
Los radicales --que ahora marcharán el 19 con esa dirigencia sindical devaluada-- deberían realizar una profunda autocrítica respecto de su comportamiento en los gobiernos surgidos a partir de la recuperación de la democracia.
Y dejar de comportarse como fiscales de la República respecto de un gobierno nacional y popular que ha venido dando respuestas contundentes a múltiples demandas sociales.
Faltan muchas realizaciones, pero el camino está señalado por nuestra presidenta. Mientras tanto, la UCR sigue un derrotero sin destino, que se patentizó en la elección del año pasado cuando volcado a la derecha sucumbió ante el avance de un peronismo indetenible que reivindica lo mejor de la historia del movimiento.
