La movilidad jubilatoria: una medida inclusiva

Por Luis Gramuglia

Durante el gobierno de Menem el haber jubilatorio se congeló en ese decenio en 150 pesos/dólares.
En aquella época, un grupo reducido de jubilados se reunía frente al Congreso para reclamar una mínima de 450 pesos/dólares ante la mirada indiferente de los transeúntes y la falta absoluta de compromiso de parte de la CGT, alineada ciegamente con el modelo de entrega del patrimonio nacional y de la pauperización de la clase trabajadora.
Vino el gobierno de la Alianza (UCR-Frepaso) y las cosas para el sector pasivo no mejoraron. Por el contrario, empeoraron: en la búsqueda de reducir el déficit el ex presidente Fernando de la Rúa, cuando era ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, resolvió hacer una quita del 13% en esos haberes y en los sueldos de los trabajadores del Estado. 
Con la llegada al poder del ex presidente Néstor Kirchner el panorama comenzó a cambiar.
En el período 2003/2008 el haber jubilatorio mínimo creció más de 12 veces al pasar de aquellos 150 pesos a 770 pesos (413% de aumento). Las asignaciones familiares, en ese período, aumentaron más del 230%.
En 2008 el gobierno de la presidenta Cristina Fernández estatiza los fondos que hasta entonces estaba en manos de las AFJP y se sanciona, además, la ley de movilidad jubilatoria (26.417) que establece el otorgamiento de dos incrementos anuales (en marzo y setiembre) para jubilados y pensionados.
Este mecanismo comienza a aplicarse en 2009. En el mes de marzo de ese año el alza alcanza al 11,69% y en setiembre al 7,34% (total de 19,89%). La mínima, entonces, era de 827,23 pesos con más los 45 pesos del subsidio del PAMI alcanzaba a 872,23 pesos.
En 2010 los aumentos fueron del 8,21% en marzo y de 16,90% en setiembre; en 2011 del 17,33% en marzo y del 16,82% en setiembre (el mejor año de la serie histórica).
En marzo del año pasado, el aumento fue del 17,62%. La mínima pasaba a ser de 1.687,01 pesos más los 45 pesos del PAMI daba 1.732,01 pesos. Por entonces, la inversión social que realiza la ANSES alcanzaba a 24.950,98 millones de pesos.
En setiembre el aumento fue del 11,42% que dio un haber mínimo (con los 45 pesos del PAMI) 1.924,67 pesos. Este aporte de la obra social es para quienes cobran la mínima.
El reciente aumento correspondiente a marzo fue del 15,18% lo que llevó la mínima de 1.979,67 a 2.165 pesos.
La medida implica una erogación de parte de ANSES de 33.269 millones de pesos anuales.
De qué modo se calcula la movilidad jubilatoria? La ley 26.417 establece para el cálculo dos variables: el índice del aumento general de salarios del último semestre publicado por el INDEC y el aumento de la recaudación tributaria per cápita de ANSES.
Además, este gobierno incorporó a unas 2 millones de personas, a través de una moratoria, que jamás se hubieran podido jubilar porque no tenían los aportes en regla no por desidia sino porque los patrones no habían hecho los que correspondían en tiempo y forma.
Ahora bien. La pregunta que uno se formula es: este ingreso resulta suficiente para afrontar los gastos corrientes mensuales? Es compatible con la cantidad de años en que el ahora jubilado trabajó? La respuesta es no, pero hay que entender desde donde partimos.
No hay que olvidar que el PAMI entrega medicamentos con importantes quitas e incluso los da gratuitos para afrontar tratamientos complejos y prolongados.
Además, hoy el jubilado es sujeto de crédito. Puede acceder a tener préstamos no solo a través de los bancos sino que ahora la tarjeta Argenta se ha convertido en un interesante instrumento que le permite al jubilado poder comprar con descuentos mercaderías en supermercados, casas de electrodomésticos, negocios de ropa, etc. que puede devolver hasta en 40 cuotas.
Lo ideal es alcanzar el 82% móvil del haber jubilatorio, pero para esto hay que lograr una fuerte reducción del trabajo informal (más del logrado hasta ahora) y cambios en la estructura impositiva para permitir un sostenimiento a largo plazo del sistema previsional.
Cuando la oposición agrupada en el extinto "grupo A" votó ese 82% móvil (que la presidenta vetó) en ningún lado decía de donde se iban a obtener los recursos suplementarios que se requerían para dar ese beneficio a los millones de jubilados. Fue una medida claramente demagógica que pasó sin pena ni gloria.
Ciertamente, la vida se ha prolongado y quienes se jubilan hoy en muchos casos pueden disfrutarla con una salud envidiable lo que es fácilmente comprobable.
En Europa, en el marco de los brutales ajustes impuestos por el neoliberalismo, la edad para jubilarse está aumentando en algunos países e incluso se han bajado los haberes tal cual ocurrió aquí en 2001.

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