Primeros ingenieros en alimentos de la UNNOBA


Opinan que su principal reto es instalar la profesión en la región. "Es un lindo desafío", dijo uno de los nuevos profesionales. También subrayan lo conveniente que resulta que las industrias alimentarias contar con un profesional de este tipo.




de izquierda a derecha: Marisol Korsunsky, Candela Sevillano, Lorena Vega y Juan José Musci





Candela Sevillano, Marisol Korsunsky, Juan José Musci y Lorena Vega presentaron sus trabajos finales y se convirtieron en los primeros Ingenieros en Alimentos de la UNNOBA. Los cuatro nuevos graduados coinciden en el desafío que se les presenta a futuro: instalar su profesión en industrias de alimentos de la región, ya que se trata de un actividad fundamental que actualmente es desempeñada por otros profesionales. "Pretendemos allanarle el camino a los que vienen detrás nuestro", sintetizó Musci.
Los cuatro nuevos profesionales coinciden en que las empresas e industrias vinculadas a los alimentos todavía no incorporaron la figura del Ingeniero en Alimentos. "Es un espacio que tenemos que ganarnos, es un lindo desafío el de ser los que le abramos las puertas a los futuros profesionales. Tenemos que mostrarles las múltiples funciones que puede cumplir este profesional y lo útil que será para la productividad de la empresa", sostuvo Candela Sevillano.
De acuerdo a lo que describe Sevillano el trabajo del Ingeniero en Alimentos, actualmente, es llevado adelante en industrias alimenticias por Ingenieros Químicos, Veterinarios y Bioquímicos. "Nuestra tarea es importante a nivel social porque podés llegar a ser el encargado de lo que está consumiendo la población", opinó.
Marisol Korsunsky también se refirió a la importancia de la profesión en el desarrollo del Noroeste Bonaerense. "Estamos en una región donde hay mucha materia prima, mucho campo. Si hay industrias y se les da valor agregado a toda esa materia prima que se exporta salimos beneficiados todos", resumió.
Así como muchas empresas de alimentos desconocen los beneficios de contar con Ingenieros especializados en sus plantas, la sociedad confunde la actividad profesional que desempeñan. "Tenemos mucho por recorrer en el camino de instalar la profesión. La gente muchas veces nos pregunta si cocinamos, si hacemos dietas, si somos chef o nutricionistas y no hacemos nada de eso, nuestro rol es diferente", graficó Vega. En rigor, este tipo de especialista se ocupa del proceso industrial total en las empresas de alimentos. Se incluyen entre sus roles más destacados el diseño de alimentos con más nutrientes y propiedades, así como el control de la calidad y la seguridad de los alimentos. "La calidad es solo una rama de la Ingeniería en Alimentos que busca asegurar la inocuidad de los productos alimenticios. Pero también nos podemos dedicar a diseño de equipos y de procesos, al desarrollo de nuevos productos, entre otras cosas", afirmó Candela Sevillano. "También se puede incidir en la planificación del proceso de producción, para que las empresas puedan disminuir los costos de producción", agregó Musci.
Sevillano además mencionó la responsabilidad ética que tiene el profesional en la sanidad de los alimentos: "Todo lo podés negociar, menos la calidad y la inocuidad de los alimentos. Podés elaborar un producto que a la empresa o industria donde trabajás le reditúe mejores ganancias, pero nunca a cambio de calidad".
Para graduarse, los cuatro universitarios debieron realizar prácticas profesionales de 200 horas en industrias o empresas vinculadas a la producción de alimentos, además de presentar el trabajo final con la síntesis de la experiencia. Sevillano realizó la práctica en un molino harinero de Junín ubicado en el Parque Industrial, en la sección Balanceados, que forma parte del sector de Control de Calidad. Por su parte, Korsunsky también trabajó en control de calidad en una semillera ubicada en la localidad de Saforcada, donde se elabora aceite vegetal de soja y girasol. Mientras tanto, Vega completó las horas de práctica en una fábrica de pastas secas, en la sección de control de calidad y proceso de terminado. En tanto Musci realizó una experiencia en un frigorífico de faena de pollos, donde hizo tareas relacionadas con el seguimiento de calidad.
Las expectativas en cuanto a su futuro laboral tienen que ver con la continuidad en las empresas en donde realizaron las prácticas profesionales. "A mí me gusta lo que hago en la semillera, porque me gusta la producción y porque te encontrás todos los días con cosas nuevas que tenés que ir resolviendo. No es rutinario, es un trabajo muy dinámico", señaló Korsunsky.
Por su parte, Sevillano también tiene expectativas de seguir trabajando en el molino harinero, así como continuar formándose como profesional. También manifestó la intención de seguir vinculada a la UNNOBA: "No quiero perder el contacto, me gustaría seguir dentro de la Universidad, a lo mejor dando clases, que es una herramienta importante para desarrollarse como profesional porque te permite conocer gente, crear contactos e incorporar conocimientos".
"También porque tenemos la responsabilidad de devolverle a la Universidad todo lo que nos brindó. Por eso es importante seguir vinculados, para volcar nuestra experiencia a los futuros Ingenieros en Alimentos", señaló Juan José Musci.
En cuanto a la formación recibida por la UNNOBA, los cuatro destacaron que los conocimientos teóricos fueron acompañados con experiencias concretas en el futuro campo laboral. También remarcaron el vínculo cercano con los profesores de la carrera. "Me ha pasado estar trabajando y tener una duda legal. Llamé al profesor de Legislación y me respondió rápidamente. Eso es difícil de conseguir en otras universidades", ejemplificó Lorena Vega.

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