Crimen de la docente jubilada: "Vino un lobo malo, hizo llorar a la tía" dijo la nena que vio todo


Por Sergio Dima (Diario Clarín)

Tiene dos años. Se lo contó a su madre, que la encontró dormida sobre el cadáver de la mujer.


El día después. Florencia, mamá de la nena de 2 años que presenció el asesinato, retira ayer de la casa del crimen un perrito y un canario. /EMANUEL FERNANDEZ


 

Florencia está convencida de que su hija de 2 años vio cuando entraban a la casa y mataban a su tía.
Vino un lobo malo, hizo llorar a la tía”, le dijo la chiquita a su madre
, luego de que ésta la encontrara dormida sobre el cadáver de Olga Acedo (74) el último viernes al mediodía, en Junín. La mujer fue degollada en su cama mientras cumplía con su tarea diaria de cuidar a la nena, en lo que aparenta ser un intento de robo aún no resuelto.
El dato, revelado a Clarín por un familiar de la víctima, indica que la nena presenció parte de la secuencia que terminó con el homicidio de la mujer, jubilada de comercio. El caso volvió provocó el desplazamiento de la cúpula de la Policía de Junín, que ya venía golpeada por el crimen –seis días antes– de la adolescente Karen Campos en un asalto a un quiosco
Ayer al mediodía, la Delegación de Investigaciones de Junín (DDI) todavía era un desfiladero de familiares de Olga, que fueron convocados para declarar y aportar sus huellas dactilares para determinar si el asesino puede ser del entorno. “No pude dormir, no me pude cambiar, no pude comer. La situación que nos están haciendo vivir es terrible.
Hubiera sido más fácil que el asesino sea yo ”, dijo Florencia a Clarín al salir de la DDI, mientras iba a buscar ropa y sus mascotas a la casa del crimen.
“No tuvimos ni tiempo casi de velarla, estuvimos toda la noche y la madrugada yendo y viniendo de casa a la Policía”, confirmó a Clarín el cuñado de la víctima, Osvaldo, fotógrafo del periódico local La Verdad. “Nos tomaron huellas digitales a nosotros (la familia), por momentos sentimos que estamos bajo sospecha”, agregó.
Olga Acedo fue asesinada mientras cuidaba a su sobrina nieta. Ella vivía en el pH ubicado en la parte delantera de la propiedad, pero su cuerpo apareció en el departamento del fondo, el de su sobrina.
La mujer había cobrado su jubilación el jueves pero tal como anticipó Clarín el dinero –unos 3.400 pesos– apareció escondido en una mesita de luz de la casa delantera. Ayer, los investigadores todavía no se animaban a precisar como había entrado o salido el asesino. Y si bien se mencionó que podría haberse descolgado por una claraboya, las fuentes dijeron que ésta era demasiado pequeña. “Debería haber sido alguien de una contextura muy delgada para poder entrar por ahí”, dijo una fuente.
Las llaves de la casa aparecieron en su lugar y la puerta de la construcción del fondo estaba abierta. Florencia salió a trabajar a las 8.30. A eso de las 9.30 , Olga habló por teléfono con su hermana y vecina, Alicia. A las 12.30, Florencia pasó a comprar algo por un almacén ubicado a la vuelta del lugar del hecho y al entrar en su casa se encontró con su tía muerta, boca abajo, y a su hijita dormida encima del cadáver, ilesa. “La miro y me pongo a llorar pensando que también la podrían haber asesinado”, le comentó ayer a Clarín el cuñado de la víctima, Osvaldo, mientras adelantaba que iban a llevar a la nena al circo.
Los peritos a nalizan las cámaras de seguridad ubicadas alrededor de la zona donde se cometió el asesinato para ver si el homicida quedó registrado en alguna.
Junín amaneció cercada por una fuerte presencia policial, tras los refuerzos enviados por el Gobierno bonaerense. Luego del crimen de Olga, el viernes hubo una marcha hacia la Municipalidad, lugar que el domingo último se había convertido en escenario de graves incidentes tras la muerte de Karen Campos. La nueva manifestación fue pacífica, pero igual el intendente local, Mario Meoni, decidió dormir fuera de la ciudad.

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