Según el diario El Día: Gimnasia mereció pero pagó caro en Junín


Gimnasia falló mucho en el arco rival y lo terminó pagando en el propio. Cayó 1 a 0 frente a Sarmiento tras desperdiciar varias jugadas claras de gol y un penal malogrado por Licht. Oviedo le dio la victoria al equipo local en un partido por momentos caliente que terminó con la expulsión de Troglio. Ahora el equipo ya piensa en Boca Unidos 


COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO

JUNIN, (Enviado Especial).- Está claro, los goles no se merecen, se hacen. El dicho, tan arraigado en nuestro fútbol, tuvo plena vigencia en la tarde de ayer aquí, en la cancha de Sarmiento, en Junín. Hubo uno solo, es cierto, ¿pero quien lo hizo?, pues el local que, si nos remitimos a lo que fue el desarrollo del encuentro, hizo muchísimo menos que Gimnasia para merecer semejante premio. 
Es cierto que el razonamiento es simple, por eso si se buscan justificaciones, tan solo habría que buscarlas en la definición, y allí los jugadores del Lobo hicieron un derroche de situaciones mal resueltas. 
Si hasta marró un penal, a través de su capitán Lucas Licht, cuando ya se iba el primer tiempo, y por si eso fuera poco, primero el palo derecho y luego el travesaño, frustraron sendos disparos del propio Licht y de Facundo Pereyra, lo que habla a las claras de las importantes chances de que dispuso el equipo de Pedro Troglio para no merecer tamaño castigo, al final. 
El gol del conjunto local llegó a los 26’ del complemento, cuando Lucas Oviedo, entrando por el medio, cabeceó entre los centrales visitantes un centro que el refresco Azil había enviado al área mens sana desde la derecha y con pierna zurda. 
Fue un golpe tremendo para Gimnasia que, hasta allí (se habían consumado 70’ de juego) había sido mucho más coherente, criterioso e incisivo que los dueños de casa, producto del buen trabajo de los volantes y la predisposición de los delanteros. 
Aquel otro golpe que significó el penal marrado por Licht (remató de zurda, bajo, y el balón se fue rozando el parante derecho del arco de Ischuk), luego de un claro agarrón de Tucker sobre Barsottini cuando iban a buscar un centro que había enviado Nacho González desde la izquierda, no lo dejó tan expuesto al Lobo que, en la reanudación del complemento, siguió mandando en el trámite. 
Claro que ya no lo tenía en cancha a Pouso (lesionado en su muñeca izquierda), que hasta allí había sido clave en la pelea en el medio, zona que tuvo tránsito rápido pero en donde Gimnasia había hecho mejor pié, producto del buen accionar de Ignacio Fernández, el más valioso ayer, el correntino Meza y el Caco García. 
Siempre le dio verticalidad y velocidad a sus desplazamientos, con muy buenos movimientos de Niell y Pereyra, pero todas las chances que generó no las supo explotar a fondo, para su desgracia. 
Sarmiento opuso lucha, algo de juego en Oviedo y Andrizzi, pero no mucho más. Incluso cuando llegó al gol era claramente dominado por su rival. 
Gimnasia, que se fue con las manos vacías desde Junín en este arranque del torneo de la B Nacional, mostró cosas interesantes, como hace unos días atrás ante Douglas Haig. Se plantó con firmeza de visitante, propuso más, llegó profusamente, pero no se le dio el gol. 
Los problemas que mostró el equipo de Troglio son para ocuparse, no para preocuparse. Porque de los errores se aprende. Y será cuestión de intentarlo a partir de cuando el plantel regrese a las prácticas en Abasto. 
Tal vez esto no se hubiera acentuado si entraba ese zurdazo de Licht que devolvió el palo derecho de Ischuk sin que Niell la pudiera cabecear en su trayecto, o es remate corto de Peralta, habilitado desde la izquierda por García, que devolvió el travesaño, o si Barsottini llegaba a tiempo a esa pelota que, en el cierre del partido, e impulsada por Matías Quiroga, cruzó todo el arco de derecha a izquierda. Pero, se sabe, el fútbol no sabe de merecimientos. 



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